Qassatat, pastelillo popular maltés.

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Paseando por las calles de casi cualquier ciudad maltesa, sobre todo en las zonas antiguas o históricas, es frecuente encontrar pequeños puestos de comida, las llamadas pastizzerías, en las que podemos comprar unos ricos bocados tradicionales llamados “pastizzi” y “qassatat”.

En realidad gracias al turismo y el éxito que han tenido estas especialidades culinarias, también es posible encontrarlos en locales más convencionales como pizzerías o restaurantes. En mi opinión, en estos locales se pierde gran parte del encanto del pequeño puesto callejero. De hecho, hasta suelen ser mejores en las tradicionales pastizzerias.

Pero, ¿qué es un “pastizzi” o un “qassatat”? A grandes rasgos ambos son pasteles en forma de pequeño saco hechos de fina masa, que se rellenan de las más variadas cosas: queso ricotta, guisantes y verduras, espinacas con atún, jamón y champiñones, etc. La variedad es grande, pero los más tradicionales son los de queso ricotta, los de guisantes y también los de espinacas. La diferencia más destacada entre los pastizzi y los qassatat está en la masa que forma el saco. En los pastizzi se trata de algo parecido al hojaldre, mientras que en los qassatat se utiliza una especie de masa brisa parecida a una fina masa de pizza. Personalmente me gustan más los qassatat, pero ambas variedades están realmente ricas.

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Los Qassatat son bocados ideales para comer sobre la marcha mientras se pasea por la ciudad. Y teniendo en cuenta que tampoco es que sean muy pequeños, en ocasiones hasta puede bastarnos con uno de ellos.
 
Son muy populares y aparecen en estas tiendas temprano por la mañana y se venden durante todo el día. La apariencia es como de pequeñas bolsas de dinero ‘plisadas’ en la parte superior. Esa es la forma tradicional. Tienes que tener un don para conseguir un plegado perfecto.

Los secretos de este delicioso pastel son dos. El primero es que los ingredientes tienen que estar muy fríos y el segundo es el Vodka. La explicación para el uso del Vodka es que al incluirlo en la masa, y ser en su mayor parte alcohol, se evapora en el horno, dejándo una masa escamosa. Así que no tengáis miedo de usarlo. Aparte del hecho de que al usar una cantidad pequeña, tampoco deja ningún sabor, ya que se evapora.

Hoy voy a compartir con vosotros la receta de este plato popular y tradicional de Malta que vamos a preparar con tres tipos de relleno para que podáis disfrutar de ellos.

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Ingredientes:

Para la masa:

300 gr de harina de trigo
1 cp de levadura química
200 g de mantequilla, cortada en cubos
70 gr de agua
30 gr de vodka
1 cp de sal marina
Huevo batido para el glaseado
 
Para el relleno de espinacas y anchoa:

1 paquete de espinacas
1 cebolla
2 dientes de ajo machacados
2/3 filetes de anchoa (más si os gusta un sabor fuerte)
1 lata de atún
1 taza de guisantes congelados
10 grandes aceitunas negras sin hueso
2 cucharadas de alcaparras
2 cs de aceite de oliva
Pimienta negra
Sal al gusto

Para el relleno de Riccota:

450 gr de ricotta
1/2 taza de queso Pecorino Romano o queso parmesano
2 huevos
1/2 cc de pimienta negra
1/2 cc de nuez moscada
Perejil fresco picado
Sal al gusto

Para el relleno de guisantes (Pizelli):

300 g de guisantes secos
1 cebolla, finamente picada
2 dientes de ajo, picados
2 cs de aceite de oliva
1 cc de bicarbonato de sodio
1/2 cc de pimienta negra recién molida
Curry en polvo al gusto
Sal al gusto

Preparación:

Para la masa:

Para empezar a confeccionar nuestros Qassatat, debemos seguir estos pasos. Cortamos la mantequilla en cubos pequeños. Ponemos la harina medida con la levadura química en una bolsa, y la metemos en el congelador. Ponemos también a enfriar el vodka y el agua, y lso mantenemos en el congelador durante aproximadamente 2 horas. Pasado este tiempo, extraemos la bolsa del congelador, colocamos la mezcla de harina y los pedazos de mantequilla en un procesador de alimentos y mezclamos hasta que parezcan migas gruesas.

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Empezamos a añadir el vodka seguido por el agua helada hasta ligarlo todo junto. Debemos ser flexibles con las cantidades, pues algunas veces se necesita menos líquido. Abocamo la masa en una bolsa de plástico y amasamos brevemente a través del plástico y luego la colocamos en la nevera durante dos horas antes de usarla. Con esta mezcla de harina, no es necesario usar ningún papel para estirar la masa. Es suave y flexible y no se pega. Podemos utilizar esta masa para cualquiera de nuestras tartas saladas, Qassatat o bases de quiche. Se comporta perfectamente. Mientras la masa se enfría, podemos preparar los rellenos.

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Para el relleno de espinacas y anchoa:

En una sartén, freímos la cebolla hasta que esté transparente. A continuación, agregamos el ajo y las anchoas, rompiendo para arriba como usted cocina. Añadímos también las espinacas y los guisantes y cocinamos hasta que estén tiernos.

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Incorporamos el atún, las aceitunas y las alcaparras picadas, y mezclamos bien. Retiramos del fuego y dejamos enfriar antes de utilizar el relleno.

Para el relleno de Riccota:

Colocamos todos los ingredientes en un tazón y mezclamos bien. La Ricotta maltesa se parece más al requesón mientras que muchos otros tipos de Ricotta que podemos encontrar en el mercado pueden ser más cremosas. Por lo tanto es posible que tengamos que utilizar un solo huevo para que el relleno no quede demasiado liquido o rezumará en la masa.

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Si queréis, podeís añadir un poco de espinaca hervida a la mezcla de ricotta. Otra idea sería la de añadir un poco de jamón cortado en trozos pequeños y algunos guisantes hervidos a la mezcla de ricotta. En temporada, se pueden agregar habas baby.

Para el relleno de guisantes (Pizelli):

Lavamos los guisantes secos y los colocamos en un bol, los cubrimos con abundante agua y los dejamos en remojo durante al menos 5 horas. Pasado ese tiempo, lavamos los guisantes y los escurrimos. Los colocamos en una olla, los cubrimos con agua con sal y añadimos una cucharada de bicarbonato de sodio. Llevamos a ebullición, reducimos a fuego lento y luego cocinamos durante unos 50 minutos, o hasta que los guisantes esten muy suaves. Escurrimos bien y reservamos. Esta es la forma tradicional de hacer el relleno Pizelli, sin embargo, se puede omitir este proceso ya sea usando guisantes enlatados o guisantes congelados, estos últimos cocidos.
Calentamos una cucharada de aceite de oliva en una sartén, añadimos la cebolla y el ajo y sofreimos hasta que estén dorados. Agregamos el polvo de curry. Añadimos los guisantes blandos, mezclamos y sazonamos con sal y pimienta negra. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.

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Para los Qassatat:

En una superficie enharinada, extendemos la masa y cortamos círculos de masa de alrededor de 10 a 12 cm de diámetro. Pintamos el interior con los huevos batidos. Colocamos una cucharada de relleno en el centro y reunimos la masa hacia el centro haciendo pliegues a medida que avanzamos para darle la forma tradicional al Qassatat.

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Yo utilizo un sistema distinto y más fácil en lugar del plegado habitual, formando unas rosas como veis en las imágenes.

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De esta manera conseguimos un resultado más vistoso y con menos dificultad.

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Pintamos nuestros Qassatat con huevo y horneamos a 160 grados hasta que estén dorados. Se pueden tomar fríos o calientes, a vuestro gusto.

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Espero que los disfruteis.